Cáncer de Cuello Uterino

También conocido como cáncer de cuello de matriz, es un tumor maligno que se genera en el cuello del útero (la matriz). Como ocurre con otros tipos de cáncer, las células cancerosas no mueren y empiezan a crecer sin control, formando un tumor y terminan afectando tanto al órgano en donde se originan como los de alrededor.

Dependiendo de la zona exacta en dónde se origine, existen 2 tipos de cáncer cervicouterino:

-Carcinoma de células escamosas: Se originan en las células del ectocérvix,
que es la parte más baja del cuello uterino. El 90% de los casos se originan
aquí.

-Adenocarcinoma: Este se genera en las células glandulares del endocérvix.

El cáncer de cuello uterino es es uno de los cánceres ginecológicos más comunes y es el cuarto más frecuente en las mujeres. Aunque tiene una incidencia y tasa de mortalidad más baja que otros tipos de cáncer ginecológico, en países donde no hay acceso a programas de prevención y tamizaje, sigue siendo una causa importante de morbilidad y mortalidad.

El cáncer de cuello uterino está estrechamente relacionado con el virus de papiloma humano (VPH), el cual es el origen del desarrollo de la neoplasia cervical y se puede detectar en el 99.7 por ciento de los cánceres cervicales. Se han identificado más de 40 tipos de VPH mucosos genitales, de los cuales aproximadamente 15 son oncogénicos. Los subtipos VPH 16 y 18 se encuentran en más del 70 por ciento de todos los cánceres cervicales.

Otros factores que contribuyen al desarrollo de este cáncer incluyen haber tenido relaciones a una edad muy temprana, pues aumenta el riesgo de contraer el VPH, tener varias parejas sexuales, fumar, tener problemas de desnutrición y un sistema inmune debilitado.

 Hay cuatro pasos principales en el desarrollo del cáncer cervical:

  •  Infección por VPH oncogénico del epitelio metaplásico en la zona de transformación cervical (la unión entre el epitelio escamoso del ectocérvix y el epitelio glandular del canal endocervical).
  • Persistencia de la infección por VPH.
  • Progresión de un clon de células epiteliales desde una infección viral persistente hasta una lesión precancerosa.
  • Desarrollo de carcinoma e invasión a través de la membrana basal.

Si bien la infección por VPH en el tracto genital es extremadamente común, el cáncer cervical solo se produce en una pequeña proporción de pacientes infectados. Se estima que el 75 a 80 por ciento de los adultos sexualmente activos adquirirán VPH en el tracto genital antes de los 50 años. La mayoría de las infecciones por VPH son transitorias y el virus por sí solo no es suficiente para causar neoplasia cervical. Cuando la infección por VPH persiste, el tiempo desde la infección inicial hasta el desarrollo de neoplasia cervical intraepitelial de alto grado y, finalmente, cáncer invasivo, lleva un promedio de 15 años, aunque se han reportado cursos más rápidos.

Se ha informado de la infección por el virus del herpes simple tipo 2 como un cofactor en la patogénesis del cáncer cervical en algunos, pero no todos, los estudio. Se necesita una mayor investigación sobre este tema.

La carga de enfermedad de la infección por VPH genital incluye condiciones distintas al cáncer cervical, como verrugas anogenitales y cáncer de vulva, vagina, ano y pene. (Ver «Infecciones por virus del papiloma humano: epidemiología y asociaciones de enfermedades».)

Datos de interés

  • El cáncer de cuello uterino es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo. 
  • Incidencia estimada de 604 000 nuevos casos y 342 000 muertes en 2020. 
  • Dos tipos de virus de los papilomas humanos (tipos 16 y 18) provocan casi el 50% de las lesiones precancerosas del cuello uterino de gran malignidad.
  • La vacunación contra los VPH y el cribado y tratamiento de las lesiones precancerosas es una forma costoeficaz de prevenir el cáncer de cuello uterino.
  • El cáncer del cuello uterino se puede curar si se diagnostica en una etapa temprana y se trata con prontitud.
  • El control integral del CCU consiste en la prevención primaria (vacunación contra los PVH), secundaria (detección y tratamiento de las lesiones precancerosas) y terciaria (diagnóstico y tratamiento del CCU invasivo) y los cuidados paliativos.
Referencia:
 
  • (enero/2022), Organización Mundial de la Salud.

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